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UN CAMPEÓN A LA VIEJA USANZA QUE NO LE TEMIÓ AL 13

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Horacio Evolo fue campeón gracias a su regularidad y al gran trabajo que realizó junto a su equipo, con el que  desmitificó que el número 13 traiga mala suerte…
En los tiempos que corren dentro del automovilismo actual es cada vez mas difícil encontrar un piloto – preparador, como en las viejas épocas de comienzo de la actividad. Horacio Evolo reivindicó esa vieja forma de entender el amor y la pasión por los fierros y la aplicó para llegar al máximo objetivo que espera cualquier piloto.
Desde su taller sale un auto netamente ganador en el que trabaja permanentemente junto a su padre y su familia, dejando allí innumerables horas para desarrollar un elemento que conserva el romanticismo de ser preparado integralmente “en casa”, contando con la satisfacción extra de saber que cada resultado es el premio al esfuerzo y a la dedicación puesta de manifiesto en cada competencia.
Al comienzo de la temporada Horacio no dudó en utilizar el número 13 en los laterales de su Fiat Uno tal como le correspondía de acuerdo a su posición en el campeonato 2012. Desde el comienzo del año arrancó mostrando un gran nivel, el cual le permitió alcanzar dos victorias en distintas situaciones climáticas, aunque el nivel de competitividad es lo que le permitió estar en el lugar justo y en el momento indicado.
“Estoy muy feliz de lo que hemos logrado junto a mi familia. Esto es un esfuerzo de todos y se disfruta muchísimo porque el auto lo hacemos íntegramente en el taller y no le mezquinamos nada, siempre estamos trabajando en algo y en busca de mejorar, por eso todo ese esfuerzo de estar hasta tarde para terminar antes de una carrera, o cuando nos quedamos para ver un nuevo desarrollo y probar algún elemento nuevo es tiempo que le sacamos a la familia y ellos son partícipes de esto. Hicimos una temporada brillante, fuimos regulares, ganamos carreras y llegamos a este objetivo no gracias a un resultado en una carrera, sino en base a un trabajo de mucho tiempo que hoy ha dado su fruto y nos permite ser campeones” analizó Evolo.
Si bien la definición del título fue vibrante, el resultado final era merecido para cualquiera de los protagonistas, ya que todos los que llegaron con chances de campeonato trabajaron junto a sus equipos en función de ese logro, aunque todos sabían que era para uno solo.
“Fue emocionante ganar el campeonato en la última carrera y pelearlo con rivales como los que tuve en pista. Parte de este campeonato se definió en Concordia con una linda maniobra en la que gané dos puestos en la entrada a la recta y esos puntos fueron vitales para llevarse el 1 a casa. El resto fue la regularidad del año y por eso quiero agradecer a todo el grupo humano que hizo posible este título, a mi tío Eduardo, al “flaco” Ale, a la familia Cassano, a Sebastián y los chicos del taller, a Antonio, a mi viejo, a mi hermano, a mi esposa, mis hijas y a todos y cada uno de los que estuvieron acompañándonos siempre como los sponsors que apoyaron el proyecto sumándose y aportando su esfuerzo. a todos gracias por ser parte de este logro, donde quedó demostrado que la mala suerte del 13 no existe, porque le borramos el 3 y nos quedamos con el 1 como nos lo propusimos a principio de año” finalizó el campeón 2013 de la Clase Dos, piloto y preparador, reivindicando la esencia del automovilismo que mueve al Turismo Pista.

Oficina de prensa Asociación Pilotos Turismo Pista
Contacto Alejandro Copló

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